viernes, 11 de septiembre de 2009

La batalla de Stirling Bridge


La Batalla del Puente de Stirling fue una de los enfrentamientos más importantes de la Guerra de la Independencia de Escocia, entre escoceses e ingleses.

El 11 de septiembre de 1297 las fuerzas de Andrew Moray y William Wallace derrotaron a los ingleses comandados por John de Warenne, VII conde de Surrey y Hugh de Cressingham, éstos en superioridad numérica (300 Caballeros pesados y 10.000 hombres de infantería ligera).

Aunque Escocia había sido invadida por el ejército inglés en 1296 en la Batalla de Dunbar, el país había sido sorprendido más que aplastado. Hacia la primavera de 1297 las primeras chispas de rebelión se hicieron notar con William Wallace al frente de ella. Sus esfuerzos en el sur por animar a la población a las armas fueron imitados por Andrew Moray en el norte. Algunos de los nobles escoceses también tomaron las armas, pero la mayor parte, debido a la desunión política, acataron las condiciones de no agresión de los ingleses.

Los escoceses iban ganando terreno a los ingleses en diferentes escaramuzas que convirtieron a Wallace y a Moray en comandantes del ejército del Reino de Escocia y de los terrenos comunitarios. Mientras la totalidad de las tropas inglesas se encontraban en la guerra que Eduardo I libraba en Francia.


Con la mayoría del norte de Escocia en manos de los rebeldes, John de Warenne, que controlaba aquella zona después de la invasión, tuvo que huir por el peligro que se cernía sobre él. Se unió a Hugh de Cressingham el tesorero, y juntos formaron un ejército de infantería y caballería, llegando a Stirling a principios de septiembre. Wallace y Moray llegaron desde el sur para reunirse con ellos, y tomaron una posición al pie de la abadía de Cambuskenneth, muy cerca del río Forth. Este río cruzaba el Castillo de Stirling que era de importancia vital para Escocia.


Los ingleses disponían de 25.000 soldados de infantería y 600 caballeros acorazados, mientras los escoceses contaban con unos 7.000 hombres de infantería y 150 de caballería. Por el puente de Stirling solo tenía una anchura para que dos jinetes de la caballería pesada inglesa pudieran pasar parejos. Pese a los consejos de Sir Richard Lundie, caballero escocés que estaba a favor de los ingleses, Cressingham, ansioso por entablar combate, persuadió a Warenne para que ordenara atacar con la totalidad de la caballería por medio del puente. Cuando los caballeros ingleses fueron al ataque hacia los escoceses, Wallace ante el ímpetu de sus soldados, tuvo que relajarlos y pedir que esperaran a que el enemigo viniera. Mientras Moray y sus jinetes en una buena maniobra se había posicionado en uno de los flancos ingleses al otro lado del río. Wallace dio la orden de ataque. Primero ordenó que los arqueros dispararan una lluvia de flechas hacia los jinetes ingleses, en el momento en que Moray embestía contra el ejército inglés partiéndolo en dos y dejando a unos 5.000 infantes y jinetes enemigos aislados. Wallace y sus guerreros salieron en tromba hacia los ingleses aislados y con sus claymore (gigantes espadas escocesas de 1'64m) los destrozaron incluso desmontaron a muchos y los arrojaron al río ahogándose rápidamente por el peso de sus armaduras. Warenne envió refuerzos, pero esto fue peor porque el puente no pudo soportar tanto peso y cedió llevándose a cientos de ingleses al agua que murieron ahogados, entre ellos, Cressingham. Los escoceses lanzaron un contraataque que causó la retirada inglesa y el final de una batalla victoriosa para William Wallace y para Escocia.


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