viernes, 25 de septiembre de 2009

LOS PICTOS


Los pictos eran una confederación de tribus que habitaban el norte y centro de Escocia (al norte de los ríos Forth y Clyde) desde tiempos del Imperio Romano hasta el siglo X. Eran descendientes de los caledonios y otras tribus que los historiadores romanos ya nombraron o que aparecían en el mapa de Ptolomeo. Pictia o Pictavia (Pictland en inglés) se convirtió en el reino de Alba (Escocia) durante el siglo X, con lo que los pictos se convirtieron a su vez en Albannach o escoceses.
El nombre por el que los pictos se llamaban a sí mismos es desconocido. La palabra griega Πικτοί (picti en latín) aparece por primera vez en un panegírico escrito por Eumenio en 297 a. C. y que significa 'los pintados' o 'los tatuados'. Sin embargo, podría deberse a una etimología popular anterior, quizá del celta Pehta, Peihta (luchador). Los escotos y los Dalriada de Irlanda los llamaron Cruithne (cru(i)then-túath en irlandés antiguo), quizá del protocelta *kwriteno-toutā.

De baja estatura, piel morena y cabellos por lo general oscuros, los pictos acostumbraban a lanzarse a la batalla en auténtica desbandada, desnudos o semidesnudos, y recubiertos cuerpo y rostro con tatuajes y pinturas de guerra de naturaleza religiosa. Es posible que fuera esta cualidad la que les hiciera ganarse el nombre de pictos ante los romanos, o quizá la causa estuviera en el velamen teñido de glasto que lucían sus embarcaciones.

Las fuentes arqueológicas nos dan evidencia de la cultura material de los pictos, donde vemos una sociedad no muy diferente ni de sus vecinos gaélicos y bretones ni de los anglosajones del sur. Como en la mayoría de los pueblos del norte de Europa en la antigüedad, os pictos eran granjeros que vivían en pequeñas comunidades: el ganado y los caballos se consideraban un signo de riqueza y prestigio, mientras que había gran número de ovejas y cerdos.
Se dice que era una sociedad de carácter matriarcal. Los campos y posesiones se heredaban de madre a hija, y eran las mujeres quienes llevaban a cabo todas las tareas del hogar y la tierra; mientras que los hombres se dedicaban la mayor parte del tiempo a hacer la guerra y a defenderse de sus vecinos.
Asimismo, la herencia del gobierno de una tribu o reino se llevaba a cabo por línea materna. La reina era la verdadera gobernante del país, mientras que un rey consorte de su elección tenía delegadas todas las funciones militares.
Se piensa que el culto religioso de los pictos no difería demasiado del practicado por britanos o hibernos. Los druidas tenían entre este pueblo un gran poder e influencia, y no era infrecuente que los gobernantes se dejaran orientar por sus consejos.

Siete eran los reinos pictos que se hicieron con la soberanía de las tierras situadas al norte del estuario de Boderia: Caitt, Fidach, Ce, Circenn, Foclaid, Fortrenn y Fib. Aunque también se piensa que las islas Epideae, Ebudes y Orcades (Hebridas Interiores, Hebridas Exteriores y Orcadas) estuvieron bajo su dominio, seguramente como parte del reino de Caitt. Es posible que también el reino de Galwyddel (actual región de Galloway), fuera igualmente picto.

A estos reinos pictos es a los cuales debemos hoy la posterior aparición de Escocia. Pues fue de la unión de todos ellos y de su fusión con el reino escoto de Dal Riada y con el reino britano-caledón de Strathclyde, todo ello de mano del rey picto Angus Mac Fergus, que surgió en el año 730 la simiente de lo que hoy es la nación escocesa.

Flùir na h-Alba Gaélico Escocés
O Fhlùir na h-Alba,
cuin a chì sinn
an seòrsa laoich
a sheas gu bàs 'son
am bileag feòir is fraoich,
a sheas an aghaidh
feachd uailleil Iomhair
's a ruaig e dhachaidh
air chaochladh smaoin?
Na cnuic tha lomnochd
's tha duilleach Foghair
mar bhrat air làr,
am fearann caillte
dan tug na seòid ud gràdh,
a sheas an aghaidh
feachd uailleil Iomhair
's a ruaig e dhachaigh
air chaochladh smaoin.
Tha 'n eachdraidh dùinte
ach air dìochuimhne
chan fheum i bhith,
is faodaidh sinn èirigh
gu bhith nar Rìoghachd a-rìs
a sheas an aghaidh
feachd uailleil Iomhair
's a ruaig e dhachaidh
air chaochladh smaoin.
O Fhlùir na h-Alba,
cuin a chì sinn
an seòrsa laoich
a sheas gu bàs 'son
am bileag feòir is fraoich,
a sheas an aghaidh
feachd uailleil Iomhair
's a ruaig e dhachaidh
air chaochladh smaoin?

Flower of Scotland en inglés



viernes, 11 de septiembre de 2009

La batalla de Stirling Bridge


La Batalla del Puente de Stirling fue una de los enfrentamientos más importantes de la Guerra de la Independencia de Escocia, entre escoceses e ingleses.

El 11 de septiembre de 1297 las fuerzas de Andrew Moray y William Wallace derrotaron a los ingleses comandados por John de Warenne, VII conde de Surrey y Hugh de Cressingham, éstos en superioridad numérica (300 Caballeros pesados y 10.000 hombres de infantería ligera).

Aunque Escocia había sido invadida por el ejército inglés en 1296 en la Batalla de Dunbar, el país había sido sorprendido más que aplastado. Hacia la primavera de 1297 las primeras chispas de rebelión se hicieron notar con William Wallace al frente de ella. Sus esfuerzos en el sur por animar a la población a las armas fueron imitados por Andrew Moray en el norte. Algunos de los nobles escoceses también tomaron las armas, pero la mayor parte, debido a la desunión política, acataron las condiciones de no agresión de los ingleses.

Los escoceses iban ganando terreno a los ingleses en diferentes escaramuzas que convirtieron a Wallace y a Moray en comandantes del ejército del Reino de Escocia y de los terrenos comunitarios. Mientras la totalidad de las tropas inglesas se encontraban en la guerra que Eduardo I libraba en Francia.


Con la mayoría del norte de Escocia en manos de los rebeldes, John de Warenne, que controlaba aquella zona después de la invasión, tuvo que huir por el peligro que se cernía sobre él. Se unió a Hugh de Cressingham el tesorero, y juntos formaron un ejército de infantería y caballería, llegando a Stirling a principios de septiembre. Wallace y Moray llegaron desde el sur para reunirse con ellos, y tomaron una posición al pie de la abadía de Cambuskenneth, muy cerca del río Forth. Este río cruzaba el Castillo de Stirling que era de importancia vital para Escocia.


Los ingleses disponían de 25.000 soldados de infantería y 600 caballeros acorazados, mientras los escoceses contaban con unos 7.000 hombres de infantería y 150 de caballería. Por el puente de Stirling solo tenía una anchura para que dos jinetes de la caballería pesada inglesa pudieran pasar parejos. Pese a los consejos de Sir Richard Lundie, caballero escocés que estaba a favor de los ingleses, Cressingham, ansioso por entablar combate, persuadió a Warenne para que ordenara atacar con la totalidad de la caballería por medio del puente. Cuando los caballeros ingleses fueron al ataque hacia los escoceses, Wallace ante el ímpetu de sus soldados, tuvo que relajarlos y pedir que esperaran a que el enemigo viniera. Mientras Moray y sus jinetes en una buena maniobra se había posicionado en uno de los flancos ingleses al otro lado del río. Wallace dio la orden de ataque. Primero ordenó que los arqueros dispararan una lluvia de flechas hacia los jinetes ingleses, en el momento en que Moray embestía contra el ejército inglés partiéndolo en dos y dejando a unos 5.000 infantes y jinetes enemigos aislados. Wallace y sus guerreros salieron en tromba hacia los ingleses aislados y con sus claymore (gigantes espadas escocesas de 1'64m) los destrozaron incluso desmontaron a muchos y los arrojaron al río ahogándose rápidamente por el peso de sus armaduras. Warenne envió refuerzos, pero esto fue peor porque el puente no pudo soportar tanto peso y cedió llevándose a cientos de ingleses al agua que murieron ahogados, entre ellos, Cressingham. Los escoceses lanzaron un contraataque que causó la retirada inglesa y el final de una batalla victoriosa para William Wallace y para Escocia.