jueves, 27 de mayo de 2010

BANSHEE

Las banshees (ˈbænʃiː, del gaélico bean sí, "mujer de los túmulos") forman parte del folcklore irlandés desde el siglo VIII. Son espíritus femeninos que, según la leyenda, al aparecerse ante un irlandés, anunciaba con sus gemidos la muerte cercana de un pariente. Son consideradas hadas y mensajeras del otro mundo.

Se cree que las aos sí ("gentes de los túmulos", "gentes de paz") son lo que ha quedado de las deidades, espíritus de la naturaleza o los ancestros venerados por los escotos antes de la introducción del cristianismo. Algunos teósofo y cristianos celtas se refieren a las aos sí como "ángeles caídos".

La palabra banshee es el resultado de la anglización del irlandés bean sídhe o bean sí, o bien del gaélico escocés bean shìth, que significa "mujer de los túmulos feéricos" o "mujer de paz". Ambos nombres provienen del irlandés antiguo ben sídhe: bean: "mujer" y sídhe: "de los túmulos". Algunos consideran que la bean nighe ("lavandera") es el equivalente escocés de la banshee irlandesa. Sin embargo, la bean shìth es la homóloga lingüística y mitológica, y como tal se presenta en numerosas ocasiones en el folclore y la mitología. La bean nighe es una clase específica de bean shìth. En gaélico escocés bean shìth también se puede escribir bean-shìdh. Síd en irlandés y sìth en gaélico escocés también quieren decir "paz", y se habla también de estas hadas como "gentes de paz": Aos Sí o Daoine-Sìth.

Cada banshee se dedicaba exclusivamente a una de las grandes familias irlandesas, a las que servían durante siglos y siglos, aunque solo aparecen cuando un miembro de la familia está a punto de morir. Posteriormente se dijo que las banshees mostraban su respeto hacia los difuntos gimiendo o lamentándose debajo de la ventana del moribundo, a veces elevándose por los aires hasta varios pisos de altura para poder hacerlo. Una banshee puede también permanecer a cierta distancia, una figura solitaria que nos anuncia la muerte paseando por las colinas que circundan la casa de la familia o sentada sobre un muro de piedra. A veces no es visible, pero sus gemidos penetrantes no dejan lugar a dudas respecto a su presencia.

La banshee más famosa de la antigüedad se llamaba Aibhill, y rondaba a la familia real de los O'Brien. Según cuenta la leyenda, el anciano rey Brian Boru partió hacia la batalla de Clontarf en 1014 sabiendo que no sobreviviría, pues Aibhill se le había presentado la noche anterior, lavando la ropa de los soldados hasta que toda el agua se hubo vuelto roja de sangre.


Trí báis ata ferr bethaid: bás iach, bás muicce méithe, bás foglada. (Gaélico Irlandés antiguo)

Tres muertes son mejores que la vida: la muerte de un salmón, la muerte de un cerdo, la muerte de un saqueador.

viernes, 21 de mayo de 2010

ABRIARIX


Cuenta la leyenda que existió un druida llamado Abriarix, el cual formó su propio ejército con el fin de unificar a las tribus Celtas de la región de Galia, para invadir la Isla de Bretaña, luego Germania y así formar un solo imperio Celta bajo su mando. En un principio ganó una gran adhesión por parte de algunas tribus, sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que se hizo famoso por la crueldad con que trataba tanto a enemigos como aliados; su falta de respeto por los rituales ancestrales, como no devolver a la tierra los favores solicitados en el combate, y hasta valerse muchas veces de las fiestas religiosas para atacar a las demás tribus mientras los guerreros estaban celebrando y bebiendo. El equilibrio estaba roto y el Gran Consejo de Druidas se reunió para analizar la situación. De todo el territorio galo llegaron miembros al escuchar “el llamado del viento”. Abriarix se negó a asistir y renegó de la autoridad del Consejo.

Se decidió enviar entonces a una delegación a dialogar con él y exigirle que la armonía fuera restaurada. A las dos semanas volvió el más joven de los enviados con un mensaje de Abriarix: su lengua había sido cortada, sus ojos vaciados y sus oídos quemados. Pudo llegar gracias a su hermoso perro labrador. En su morral traía las cabezas de los otros dos emisarios, ambos aún se encontraban con las facciones contraídas por el dolor. Habían sido ejecutados sin ningún tipo de sedante, sus almas vagarían presas del dolor por la eternidad.
Semejante sacrilegio no podía ser tolerado. Se necesitaba un héroe, alguien con la fuerza suficiente como para derrotar a la guardia del renegado y poder darle muerte. Sólo existía un hombre capaz de tal proeza:



Bretengetorix, el más joven de los jefes de tribus, nunca vencido en combate singular, iniciado en las artes druídicas hasta que una visión en sueños le dijo que su destino era ser el Jefe de la Tribu. Rápido como el lobo, astuto como la comadreja, sabio como el búho, fuerte como el oso y noble como el águila, nadie más podría vencer a Abriarix si lo retaba a duelo, el cual estaba obligado a aceptar según las leyes, ya que de no hacerlo, corría el riesgo de perder el respeto de sus hombres. Lamentablemente los que lo habían retado antes habían caído en los trucos y trampas de Abriarix, trucos que Bretengetorix conocía muy bien gracias a sus primeros años de estudio. Sin embargo el cuervo, que había sido enviado a espiar al Consejo, fue más rápido que el viento y le informó de los planes a Abriarix. Esa misma noche, y por la traición de uno de los guardias, Bretengetorix fue drogado y tomado prisionero, no sin antes enviar a diez de sus captores al encuentro con los dioses. Necesitaron la dosis de droga usada para igual cantidad de hombres antes de que las fuerzas abandonaran al valiente guerrero.
La noticia se difundió rápidamente. El gran Bretengetorix estaba prisionero en las mazmorras de la ciudad de Courdon, donde había sido desangrado hasta perder el conocimiento, y así se le dejaría como muestra de que ningún poder humano podía oponerse a Abriarix.
El consejo no sabía qué hacer. Los signos eran inequívocos, si el equilibrio no era repuesto pronto, grandes males caerían sobre las tribus. Mientras tanto en Audencia, la prometida de Bretengetorix, Fandala, que era aprendiz de druida, le pedía a todos los animales que le llevaran su aliento a Bretengetorix, pero ninguno se atrevía a acercarse siquiera a la fortaleza de Courdon.



Las serpientes rodeaban el muro exterior y los cuervos ensombrecían el cielo de la ciudad, hasta se rumoreaba que criaturas “del otro lado” custodiaban el lugar.



domingo, 9 de mayo de 2010

ABERLEMNO SCULPTURED STONES

El pasado 9 de mayo fue el cumpleaños de una amigo, y como siempre, me traslado al wikipedia para ver qué acontecimientos acaecieron en esta fecha a lo largo de los siglos. Dado que este blog va sobre "lo celta", lógicamente busco acontecimientos que guarden alguna relación. En esas estaba cuando he visto que un día tal como hoy de 1860 nació Sir James Matthew Barrie, novelista y dramaturgo escocés, creador del personaje de Peter Pan. Al ver que era escocés me he ido a su biografía.
Este señor nació el 9 de mayo de 1860 en Kirriemuir y murió en Londres el 19 de junio de 1937.
Kirriemuir, algunas veces llamado Kirrie, es una ciudad de
Angus, en Escocia. Angus (en gaélico Aonhgas) es una de las 32 áreas del gobierno local de Escocia, y una "lieutenancy area" (he buscado el significado de lieutenancy pero no lo he encontrado por ningún lado). El municipio limita con Aberdeenshire, Perth y Kinross y la ciudad de Dundee.

Angus fue históricamente un "county", condado (the counties of Scotland, los condados de Escocia [Gaelic Siorrachdan na h-Alba] fueron la principal división de Escocia hasta 1975) (conocido oficialmente como Forfarshire desde el siglo XVIII hasta 1928, cuando volvió a su antiguo nombre) hasta 1975 cuando se convirtió en un distrito de la Región de Tayside. En 1996 dos niveles del gobierno local fueron abolidos y Angus se estableció como una
autoridad unitaria. El primer condado tuvo fronteras con Kincardineshire al noreste, condado de Aberdeenshire al norte y Perthshire al oeste. Hacia el sur, aparece Fife a través de Firth of Tay. Las fronteras del municipio actual son las mismas que éstas del viejo condado menos la ciudad de Dundee.
Angus puede ser dividida en tres áreas geográficas. Al norte y al oeste, la topografía es montañosa; esta es el área de las cinco
Angus Glens (the Five Anglus Glens son las cinco Highlands Glens localizadas en la parte oeste de la región de Angus, Escocia). Al sur y este la topografía consiste en colinas ondulantes bordeando el mar.
Entre los lugares interesantes para visitar en Angus, voy a destacar
Aberlemno Sculptured Stones. Aberlemno (en Gaélico Obar Leamhnach) es un lugar de culto y pequeña villa en el Scottish council area de Angus. Es conocida por tres grandes grabados pictos en piedras (Pictish stones), datándose desde los siglos 7 y 8 D.C. Las piedras pueden ser vistas durante el período primavera-otoño, pero son cubiertas con cajas de madera en invierno para prevenir daños por las heladas. Dos piedras (y el fragmento) se mantienen al margen de la B9134 carretera de Forfar-Brechin, la Kirkyard Stone se encuentra cercana al cementerio de la iglesia parroquial.
  • Aberlemno I: The Serpent Stone: La piedra situada al borde de la carretera central es una Clase I encontrándose en su cara tres incisiones profundas de Símbolos Pictos: la serpiente, el doble disco y Z-rod y el espejo y el peine. El significado de estos símbolos es desconocido. La otra cara de la piedra exhibe "cup marks" (arte) prehistóricas, mostrando que ha sido reutilizado. Esta piedra es conocida como Aberlemno I o The Serpent Stone.

  • Aberlemno II: The Kirkyard Stone: The Kirkyard Stone, también conocida como Aberlemno II, es una Clase II de Pierdra Picta. La cara oeste está grabada con Cruces Celtas, la este con una escena de batalla, según se dice representando la Batalla de Dunnichen. La cruz lleva en sí misma varios estilos de diseños decorativos celtas. El brazo vertical está inscrito con tres diseños separados de knotwork, el horizontal con keywork. El central es un diseño en espiral compuesto de tres triskelions interconectados. Bordeando la cruz están unos diseños de números celtas zoomorfos, incluyendo un par de hipocampos entrelazados (caballos de mar en inglés). Un agujero ha sido abierto a través de la parte más alta de la piedra algún tiempo después de su esculpido. La cara con la escena de la batalla muestra dos símbolos pictos, una muesca rectangular con la Z-rod y un disco triple. Debajo de esto hay nueve figuras que pueden ser una explicación narrativa de una batalla. Las figuras de la derecha llevan todas cascos (yelmos) similares a los Coppergate Helmet Anglo-Sajones. Estos de la izquierda están "unhelmeted" (lo he buscado y tampoco lo he encontrado, supongo que se referira a ). Es en definitiva que la escena ha sido interpretada como una batalla entre los pictos y los sajones. Las figuras aparecen en tres filas. En la superior tenemos a un "Unhelmeted Pict" montando a caballo persiguiendo a un jinete sajón. El sajón está armado con una lanza y parece que ha arrojado su espada y escudo. En la fila del medio tenemos a un sajón armado con una lanza y escudo orientado hacia tres soldados de la infantería picta armados con lanzas, espadas y escudos. En la parte de abajo muestra una montura picta y otra sajona orientados el uno al otro armados con lanzas. Detrás de la montura sajona hay un sajón herido, con un pájaro a su derecha. La interpretación de la escena como una batalla entre Pictos y Sajones y la proximidad de las piedras a Dunnichen (3 millas [5 km] al sur) ha sido frecuentemente citado como evidencia de la Batalla de Dunnichen en el 685. Sin embargo, aunque la corta distancia entre los lugares es convincente, la piedra es considerablemente de una fecha más tardía, improbable ser algo más temprano que a la mitad del siglo VIII. Además, la ornamentación de la piedra, incluyendo las formas animales usadas y el estilo del armamento representado, sugiere que puede ser tan tarde como mediados del siglo IX. Antes de ser vinculada con la Batalla de Nechtansmere, la piedra había sido citada como testimonio de la Batalla de Barry (ahora sabemos que es históricamente incorrecto), y hay un número de otras posibles interpretaciones de la talla.

  • Aberlemno III: The Great Stone: la piedra situada al borde de la carretera occidental es una piedra Clase II mostrando una Cruz Celta en una cara, y una escena de caza en el reverso. Esta piedra es conocida como Aberlemno III.

  • Aberlemno IV: está exhibida en las Galerías McManus en Dundee.
  • Aberlemno V: al este la piedra Clase I (fragmento) está sumamente erosionada y los símbolos incisos son extremadamente difíciles de descifrar. Esta piedra se considera inacabada o una falsificación posterior. Se conoce como Aberlemno V.

domingo, 2 de mayo de 2010

LA MUJER CELTA

Hoy es 2 de mayo, día de la madre, y como tal quiero rendirle un pequeño homenaje. Aunque más que a la madre, a la mujer en general. Y, por supuesto, a la mujer celta.


La mujer ocupa un lugar de gran importancia en el mundo celta hasta hasta tal punto que dioses y héroes reciben, en muchas ocasiones, el nombre materno. Madres, esposas, hermanas, amigas y amantes, también sabían luchar en la batalla; entendían de leyes, dirigían hogares, trabajan el campo, se experimentaban en la lucha; conocían las ciencias de la magia, la poesia y la escritura . Su situación era de igual a igual, respecto
al hombre, en la sociedad celta, una característica que recuerda mucho a la posición de la mujer en el antiguo Egipto, muy similar al caso de las mujeres celtas. Se confiaba mucho en sus conocimientos del mundo natural, con independencia de la indiscutible sabiduría druídica; no tenían tabúes en el campo de la sexualidad y defendían a sangre y fuego a su pueblo en caso de ser atacados por algún enemigo. La multiplicidad de diosas que cuenta el mundo celta demuestra la importancia de la mujer en su sociedad, sin robarle la suya a los varones. En el caso del origen de los Tuatha Dè Dannae, se les conoce como los hijos de la diosa Danu. Los hijos de la diosa DANA. En todas las cultura precélticas indoeuropeas el papel de las diosas-madre fue básico. Las primeras diosas madre simbolizaron la fuerza de la tierra para cubrir las necesidades de los seres humanos; concedía fertilidad, acompañaban a los hombres en su soledad, les sanaban en caso de mala salud.

Los celtas conservaron, pese a su arrolladora masculinidad y una organización básicamente patriarcal, una indiscutible devoción haia Dana, la dama de los dólmenes, como madre de todos los dioses. Los relatos populares la consideran como reina de las hadas, de los enanos o korrigans, a cuyo cuidado estaban confiadas enormes riquezas subterráneas. La consideraban, en resumen, la gran regidora de un inframundo misterioso y, en ocasiones, hasta mortal. Hay quien dice que era esa anciana de aspecto terrible, hechicera implacable pero también bienhechora que no desdeñaba echar una mano a quienes lo necesitaban, si demostraban que tenían buen corazón. La diosa madre pasó a llamarse, tras la cristianización, Santa Ana, la madre de la Virgen María, mateniendo su antiguo prestigio como diosa de la fertilidad, y protectora bajo los auspicios de la luna. Los gaélicos la bautizaron con los nombres de Brigantia y Gwen.